El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció el mayor golpe a Rusia en el marco de las sanciones por su ofensiva militar en Ucrania: una prohibición de las importaciones de petróleo ruso. En las últimas horas, el Ejecutivo británico de Boris Johnson anunció que se sumará a Washington para llevar adelante en conjunto la misma sanción.

«No subvencionaremos la guerra de (Vladímir) Putin», afirmó Biden, en una comparecencia en la que abogó por seguir aumentando la presión sobre Rusia tras «el paquete de sanciones económicas más significativo de la historia».

Biden explicó que Estados Unidos aumentará la producción de petróleo para contrarrestar el progresivo aislamiento energético.

Asimismo, se comprometió a trabajar «estrechamente» con los socios europeos para elaborar una estrategia a largo plazo que permita reducir progresivamente la dependencia de la energía procedente de Rusia.

El mandatario demócrata insistió en su defensa de las energías renovables, al afirmar que «esto es un recordatorio de que Estados Unidos debe acelerar la transición» a esa fuente, lo que le permitiría tener más independencia.

Los rumores sobre el embargo petrolero contra Moscú cobraron fuerza durante la mañana, con varias fuentes familiarizadas anticipando la medida a los principales medios estadounidenses como CNN y Bloomberg, o a la agencia internacional Reuters.

En consonancia, y después de que los socios europeos advirtieron a Biden de que no estaban dispuestos a avanzar en ese sentido contra Rusia, este martes el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, dijo que a Europa que es «imperativo» que deje de depender de la energía rusa.

El 40% del gas que emplea Europa es provisto por Rusia. El lunes el canciller alemán, Olaf Scholz, fue categórico cuando puso un tope a las presiones de Ucrania para que la Unión Europea aplique sanciones contra el sector petrolero ruso.

“Las importaciones de energía desde Rusia son esenciales para Europa”, dijo el jefe de Estado alemán, quien destacó que no hay manera, en la actualidad de reemplazarlas.

Alemania ya sufrió con la que fue la primera gran sanción contra Rusia por la invasión e Ucrania. Esto es la paralización de la certificación del estratégico gasoducto Nord Stream 2, que garantizaría la provisión de gas desde Moscú a Berlín sin pasar por Kiev.

La decisión de Biden de actuar en solitario es un cambio en su estrategia diplomática y, de acuerdo al sitio Politico, es consecuencia del interés del presidente estadounidense de evitar que el Congreso anuncie la medida antes que su administración, ya que es creciente el acuerdo bipartidista para ir en esa dirección.

Los pronósticos de la Casa Blanca es que la prohibición de importación de petróleo ruso dispararía los precios de los combustibles, afectando los índices inflacionarios.

Como medida de contención, la administración Biden comenzó a explorar revivir los vínculos comerciales con Venezuela, también bajo sanciones económicas impuestas durante la presidencia de Donald Trump.

Los precios del petróleo se dispararon con las nuevas sanciones contra Rusia. El crudo referencial Brent para mayo subía un 6,57%, a 131,37 dólares por barril.

La prohibición podría hacer que los precios globales se disparen hasta los 200 dólares el barril, dijeron analistas de la consultora Rystad Energy, con sede en Oslo.

Fuente: Ambito