El proceso de dolarización de la economía argentina es uno de los pilares de campaña de Javier Milei en su carrera presidencial. Después de modificar sus declaraciones acerca de la cantidad de dólares necesarios para llevar adelante el proceso y el tiempo necesario, continúa firme pese a las advertencias de la comunidad internacional: desde el Nobel de Economía Paul Kurgman hasta la prestigiosa consultora Oxford Economics. Ahora se sumó la voz de Roberto Campos Neto, actual titular del Banco Central de Brasil.

Roberto Campos Neto finalizó sus estudios económicos en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), en donde terminó una de sus maestrías. Trabajó en dos bancos privados en Brasil: Banco Bozano Simonsen y Banco Santander. En este último desarrolló la mayor parte de su carrera profesional, convirtiéndose en Jefe de Tesorería y adquiriendo confianza de Paulo Guedes, ministro de Economía de Jair Bolsonaro. Precisamente este mandatario es el que lo designó al frente del Banco Central de Brasil, en noviembre del 2018.

Entrevistado por la revista brasilera Veja, Roberto Campos Neto, quien fue sostenido en su cargo tras la asunción de Lula da Silva en el país, sostuvo que «Milei entiende que el Banco Central le hizo más daño que bien a la Argentina porque emitió dinero y devaluó la moneda, cuando en realidad la institución sólo instrumentalizó una política gubernamental».

«Para promover la dolarización, el peso debe ser lo suficientemente barato como para que la moneda estadounidense ingrese rápidamente al país. Ahora bien, si la devaluación es demasiado fuerte, podría terminar acentuando la pobreza», agregó.

Entre las tensiones que mantiene Roberto Campos Neto con la actual gestión presidencial de Brasil, el funcionario sostuvo que «el presidente fue elegido democráticamente y tiene derecho a hacer críticas. Creo que el tiempo dirá cuán serio, autónomo y técnico es el trabajo del Banco Central».

La permanencia de Roberto Campos Neto en su cargo tiene estrecha relación con una ley aprobada por el Congreso brasileño en 2021, que formalizó la independencia del Banco Central. Sin embargo, la última semana su vínculo con Lula da Silva se tensionó cuando el principal organismo financiero del país decidió rebajar -después de casi un año- la tasa de interés de 13,75% a 13,25%, amparándose en la disminución de la inflación.

«Hay una parte de la inflación que todavía está muy por encima del objetivo. La inflación de los servicios está cayendo, pero todavía no está donde queremos que esté», precisó Roberto Campos Neto y añadió: «Eso todavía requiere que las tasas estén en territorio restrictivo. Qué tan restrictivas, dependerá del camino que tomemos y de las variables que fluctúen por el camino».