Con mucha autoridad y presencia, River salió a jugar decidido en el campo rival. Fue así que dominó claramente en gran parte del primer tiempo y generó situaciones de riesgo apenas comenzado el partido: primero, tras una jugada colectiva por izquierda, Rafael Borré remató alto de zurda. Luego, tras una combinación entre el delantero colombiano y Matías Suárez, el 7 asistió a Jorge Carrascal, pero una gran reacción de Weverton le ahogó el gol.

River continuó jugando, presionando arriba y le impedía respirar a Palmeiras, que esperaba en su campo. Nicolás De La Cruz tuvo una por derecha, pero su centro bajo no encontró a un compañero. Luego, Gonzalo Montiel habilitó a Borré y el goleador no logró conectar con comodidad para abrir el marcador.

En la primera llegada de peligro del rival, tras una salida corta de Franco Armani, Rony controló en el área y remató cruzado para el 1-0. River sintió el golpe, pero igual siguió yendo en busca del empate. Cerca del final, tras un buen centro cruzado de Carrascal, la defensa rival desvió cuando entraban Suárez y Borré por el corazón del área. En otra clarísima, Nacho Fernández reventó el travesaño con un tiro libre frontal.

El inicio del complemento encontró a un River desacomodado en defensa, Adriano ganó en carrera y definió abajo para el sorpresivo 2-0, con tan sólo dos llegadas. El Millonario fue por el descuento y lo tuvo en situaciones clarísimas: cabezazo de Borré que tapó el arquero y otro remate de cabeza de Carrascal que se fue apenas desviado. De La Cruz también probó desde fuera del área.

En unos momentos fatales del partido, Carrascal se fue expulsado y en ese tiro libre llegó el tercero de Palmeiras, con un cabezazo de Viña. Con este resultado, River está obligado a marcar tres goles en el partido de vuelta para creer en la hazaña y en la clasificación a la final de la Copa.