Independiente mejoró en actitud, pero Pablo Echavarría y Jorge Baliño decidieron que tenía que ganar Atlético Tucumán. Fue derrota 1-0.

Independiente venía de ganarle a Central Córdoba, y tenía que enfrentar a Atlético Tucumán, que había igualado con Newell’s. El Rojo intentó por todos los medios y hasta hizo méritos para llevarse algo más, pero Pablo Echavarría en el campo y Jorge Baliño en el VAR decidieron que ellos tenían que llevarse los tres puntos.

De arranque, el Decano tuvo la más clara. Luego de una buena combinación por la derecha, conectaron un centro en soledad que Rodrigo Rey atajó de manera providencial. Más tarde tuvo una réplica el Diablo, con una excelente jugada entre Braian Martínez y Ayrton Costa que culminó con la pelota en el medio del área y el arco en soledad. Sin embargo, Baltasar Barcia no llegó a empujarla.

Pero la tarde iba a ser convulsionada, y el equipo arbitral iba a tomar protagonismo. Luego de una jugada intrascendente, en la que el delantero tucumano perdió la pelota y cayó al piso. Echavarría había dejado seguir. Sin embargo, desde el VAR, Baliño presionó al colegiado para que cobre un penal que nunca existió, y Marcelo Estigarribia lo cambió por gol. Robo a mano armada en Tucumán.

De cara a la segunda parte, el desarrollo no cambió mucho. Con el único cambio de Matías Giménez Rojas por Martín Sarrafiore, Independiente siguió intentando. Empezó a arriesgar más y, si bien tuvo situaciones para empatarlo, también casi le hacen el 2-0, aunque ninguna de las dos sucedió.

Al final del encuentro, la sensación fue agridulce. El Rojo sigue en el debe con el juego, pero mejoró significativamente en actitud. Fue mejor que Atlético Tucumán, pero el árbitro decidió que el local se lleve los tres puntos.