Hace cinco años, en Río de Janeiro, vivieron un momento inolvidable: la conquista de la medalla dorada en la Clase Nacra 17 de yachting. Fueron campeones olímpicos. Ahora, el viernes 23 de julio, en Tokio, serán protagonistas de otra experiencia que atesorarán por siempre: Santiago Lange y Cecilia Carranza Saroli fueron elegidos abanderados de la delegación argentina en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos.

Lange y Carranza Saroli se destacaron especialmente en la última cita olímpica y junto con el seleccionado masculino de hockey sobre césped y con la judoca Paula Pareto, conquistaron las medallas doradas para nuestro país. Todos eran potenciales candidatos a llevar la bandera nacional encabezando la delegación en su ingreso en el Estadio Olímpico. Por sus antecedentes, por su espíritu deportivo. No fue sencilla la designación, incluso porque muchas veces se interponen detalles peculiares: atletas que tienen que competir al día siguiente de la ceremonia, otros que se encuentran en sedes alejadas de la ciudad donde se efectúa el acto inaugural. El tema de la programación fue el motivo por el cual se abstuvo de participar en la elección la Peque Pareto, que tendrá actividad el sábado 24 de julio.

Se dará, además, una circunstancia especial: por primera vez habrá un abanderado masculino y otro femenino en una ceremonia de apertura. Una iniciativa que partió desde el Comité Olímpico Internacional (COI) como un mensaje concreto hacia la igualdad de género en las competencias, que se desarrollarán del 23 de julio al 8 de agosto. Un año después de lo previsto originalmente, a raíz de la postergación por la pandemia, y en diferentes condiciones en cuanto a la asistencia de público.