La prueba de anticuerpos ofrecerá una herramienta potencial para contener la infección, al permitir conocer qué personas ya desarrollaron una inmunidad al coronavirus

Cuando nos contagiamos con un patógeno, un virus o bacteria, nuestro sistema inmune reacciona contra éste y comenzamos a producir anticuerpos que permanecen en el organismo, incluso cuando el virus ya ha sido eliminado. “Típicamente comenzamos a producir un tipo de anticuerpos (inmuniglobulinas M o IgM), alrededor del día siete después de la infección y otro tipo de anticuerpos (inmunoglobuinas G o IgG), después del día 10 de la infección”, explica Juan Manuel Carreño Quiroz, microbiólogo de la Escuela de Medicina Icahn de Mount Sinai, en Nueva York. “O sea, la prueba se hace cuando ya se puede ver la producción de anticuerpos, unas dos semanas después de la infección”. Esto quiere decir que la prueba no tendrá un impacto a corto plazo para saber cuánta gente está infectada activamente.

Un nuevo estudio demuestra que los anticuerpos generados por el nuevo coronavirus reaccionan a otras cepas de coronavirus y viceversa. La investigación fue publicada por científicos de la Oregon Health & Science University.

Sin embargo, los anticuerpos generados por el brote de SARS de 2003 solo tuvieron una eficacia limitada para neutralizar el virus SARS-CoV-2. Los anticuerpos son proteínas de la sangre que fabrica el sistema inmunitario para protegerse de la infección, en este caso por un coronavirus. Según lo publicado en la revista científica Cell Reports, uno de los autores del estudio, Fikadu Tafess, señala: “Nuestro hallazgo tiene algunas implicaciones importantes en lo que respecta a la inmunidad frente a diferentes cepas de infecciones por coronavirus, sobre todo porque estos virus siguen mutando”

En momentos en los que muchos países del mundo enfrentan dificultades para llevar adelante las pruebas de PCR para saber quién está infectado en sus poblaciones, la prueba de anticuerpos será “crucial”, coinciden los expertos. Esto ofrecerá una herramienta potencial para contener la infección, al permitir conocer qué personas ya desarrollaron una inmunidad al coronavirus. “La prueba es de gran utilidad en este escenario que estamos viviendo actualmente”, afirma el investigador de la Escuela de Medicina Icahn de Mount Sinai. Por otra parte, afirma que “primero va a permitir una estimación más precisa del número de personas que han sido infectadas, independientemente de si presentaron síntomas o no durante la infección. Vamos a poder evaluar la prevalencia del virus y qué tanto se ha esparcido en la población”, señaló el especialista.

En la misma sintonía, Carreño Quiroz manifiesta que la prueba ayudará a que los gobiernos puedan controlar mejor la pandemia y retirar gradualmente el aislamiento de sus poblaciones. “Los tests que se están usando actualmente detectan una infección activa. Se toman exudados nasales y faríngeos para ver si tienes el virus”, enfatiza el especialista. La prueba, dice el investigador, puede indicar si la persona resultó infectada en el pasado porque el organismo retiene los anticuerpos que se desarrollan cuando se enfrenta una infección.