Además decidieron cerrar algunos parques públicos y museos, a lo que advirtieron hoy a los residentes que suspendan «las reuniones a gran escala en el exterior» y permanezcan en el interior.
En el caso del puerto de Yangshan, se cerraron todos los muelles de contenedores y se evacuaron de la zona 150 buques, incluidos de pasajeros y de mercancías.
En Henan, la provincia del centro de China donde las históricas inundaciones de esta semana dejaron al menos 58 muertos, las autoridades están despejando y reabriendo las carreteras bloqueadas por vehículos y escombros.
Más de 495.000 personas fueron evacuadas, algunas de las cuales quedaron atrapadas sin agua ni alimentos frescos durante días. Otras necesitaron ser rescatadas con excavadoras. Además, las inundaciones causaron miles de millones de dólares en pérdidas.
Li Changxun, un responsable del servicio de respuesta de emergencias de Henan, advirtió que la provincia tendría que llevar a cabo una limpieza y desinfección de gran alcance para «garantizar que al desastre no le siga una epidemia».