En ese mismo escenario en donde tocó por última vez la emblemática banda de rock Guns N’Roses, Villarreal y Manchester United se vieron las caras en busca de la gloria en la final de la Europa League. Con la presencia de unos 10.000 espectadores, el Stadion Energa Gdansk de Polonia fue la sede para que británicos y españoles se diriman la historia dorada.

El partido comenzó con una clara iniciativa del combinado liderado por Ole Gunnar Solskjær. La presencia de Edinson Cavani, la velocidad de Marcus Rashford y la jerarquía de Paul Pogba representaban algunos argumentos que fomentaban la preocupación de Gerónimo Rulli.

Pero todo se paralizó cuando Juan Foyth chocó con el volante francés y tuvo que ser socorrido por el temor a sufrir una lesión. El defensor, que fue convocado por Lionel Scaloni para los próximos compromisos de las Eliminatorias rumbo al Mundial de Qatar, se mostró fuera de sí por unos instantes cuando la sangre se le desplazaba por el rostro. Una escena que por fortuna no pasó del susto.

Gerónimo Rulli se convirtió en héroe cuando infló la red y luego le desvió el remate a David De Gea. El ex Estudiantes tuvo su noche soñada y con sus manos escribió la historia dorada del Submarino Amarillo. En Polonia se festejó al ritmo de Yellow Submarine.