Los siete imputados por el crimen de Cecilia Strzyzowski, desaparecida desde el 2 de junio en la ciudad chaqueña de Resistencia, entre ellos su pareja y sus suegros, fueron procesados hoy prisión preventiva.

La medida del Equipo Fiscal Especial (EFE) recayó sobre el esposo de Cecilia, César Sena, a quien se le imputó la autoría del femicidio; los padres de éste, Emerenciano Sena y Marcela Acuña , como coautores del asesinato; y sobre el chofer José Gustavo Obregón , su mujer Fabiana González, el casero del campo de los principales sospechosos, Gustavo Melgarejo, y su pareja Griselda Reinoso, todos ellos acusados del «encubrimiento agravado» del crimen.

«Se ha trabajado a destajo, de horas de la mañana a hasta altas horas de la madrugada. Se llevaron a cabo más de 1500 fojas en el expediente que al día de hoy se siguen trabajando, tanto con pruebas, testimonios y el acompañamiento de forenses, no solo del orden local, sino del orden nacional, que han venido a aportar su conocimiento», expresó el procurador General adjunto, Miguel Fonteina, en la conferencia de prensa de y confirmó que los siete detenidos ya fueron notificados de la prisión preventiva.

Además, desde el Poder Judicial de Chaco, los fiscales brindaron detalles de la causa. En principio, según detallaron, creen que el crimen ocurrió en una ventana temporal que va entre las 12:13 y las 13:01 del viernes 2 de junio, unas tres horas después de que Cecilia, pareja de César Sena, entró a la casa familiar de la calle Santa María de Oro 1460, en Resistencia.

En ese período los tres integrantes de la familia Sena estaban en la casa. Después, el hijo salió hacia una actividad política en Colonia Elisa. Una foto que se viralizó días después lo muestra en ese lugar con marcas de rasguños en el cuello. Testimonios que obran en la investigación indican que no tenía esas señales en horas de la mañana, cuando estuvo en el barrio Emerenciano -que gestionaba su familia- después de haber salido por primera vez de la casa a la que entró con Cecilia.

“Nosotros tenemos que Cecilia ingresó a esa casa a las 9:16 de la mañana. No salió por sus propios medios. Ella creía que iba a viajar a Ushuaia, preparó su valija y se despidió de su familia. Como nunca había viajado a Buenos Aires les contaba a sus familias y amigos que tenía miedo a volar en avión. Sus últimas búsquedas en Google eran sobre cómo armar una valija para ir en avión, dónde tomar el mejor café en Buenos Aires, dónde comprar chocolate en Buenos Aires. Ella creía esa historia del viaje y estaba ilusionada. Pero se comprobó que nunca se hizo una reserva para ese viaje”, explicó el fiscal Jorge Gómez.

Se pudo corroborar que después de las 18 de esa casa salieron con bolsas de residuos los imputados César Sena y Gustavo Obregón, uno de los colaboradores imputados por el encubrimiento y el único que confesó, según la palabra del fiscal.

“En el campo de la familia Sena hubo una quemazón y se encontraron restos óseos que corresponden a una persona humana. También en el río Tragadero se encontraron huesos de una persona adulta y se corresponden con una única persona”, añadió. Aclaró que hay “restos de un cráneo, además de huesos de las manos y los pies”. Los investigadores explicaron que falta el análisis de ADN, aunque temen que el estado de los restos lo haga complicado a raíz del tiempo que estuvieron expuestos al fuego, primero, y al agua, después.

En el horario que va desde las 12:13 hasta las 13:01 estuvieron en la casa Emerenciano Sena, Marcela Acuña y el hijo de ambos. “A César, a las 11 de la mañana aproximadamente, lo ven sin lesiones en el cuello y en la mano. A la tarde ya lo ven con esas marcas”, insistió Gómez. Los teléfonos celulares se movieron en forma conjunta después de las 13, a pesar de que Sena no estaba con ella.

Además de a los tres integrantes de la familia se les dictó la prisión preventiva por encubrimiento agravado a Obregón, a su esposa, Fabiana González, íntima colaboradora de Acuña; a Gustavo Melgarejo, puestero del campo de los Sena, y a su esposa, Graciela Reynoso. Todos seguirán detenidos.

“Este no es un caso cualquiera», sostuvo Gómez, y sumó: «Es un caso aberrante y sabemos de la sed de justicia que hay en la sociedad. Y tampoco somos ajenos a los actores involucrados y al momento en que se dio”.

Hacia el final, los fiscales anticiparon que buscarán acelerar la investigación para llegar cuanto antes a un juicio por jurado contra todos los acusados: “Tenemos un caso sólido y vamos a seguir sumando pruebas”, afirmaron.