Desde horas tempranas, las vías aledañas al Santuario se vieron colmadas por una multitud de personas de todas las clases sociales, peregrinos y devotos del santo, dispuestos a pasar la noche en vigilia, a la espera de la celebración, con oraciones y bendiciones de las filas y del agua, según horarios previstos.

Espigas de trigo y fotografías, desfilaban entre las vallas, hacia el santuario, para recibir la bendición del sacerdote y contemplar, al menos por algunos segundos, la imagen del Santo.

Familias y grupos de amigos se acomodaban frente a la Iglesia en banquitos y reposeras, que cargaban junto a termos con agua caliente para mate y café, mientras transcurría una larga jornada de oraciones.

Muchos de los fieles viajaron desde distintos puntos del país para venerar al patrono del pan y el trabajo.

Los comerciantes también colmaron las calles del barrio, a lo largo de varias cuadras que se extendían para ingresar al templo, ubicado en el límite de Capital Federal y el Conurbano bonaerense.

La Misa Central tendrá lugar a partir de las 11.00 y estará presidida por el arzobispo de Buenos Aires, García Cuerva.

En tanto, la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP) llevará adelante la bendición de herramientas y ofrendas de sus diferentes ramas a las 10.30, en el cruce de las calles Cuzco y Rivadavia.

“En un contexto social crítico los trabajadores y las trabajadoras de la economía popular no podemos dejar de manifestar nuestra agenda histórica por la que venimos peleando en unidad hace años”, dijeron desde la organización, y pidieron “medidas concretas hacia el sector de la economía popular enmarcadas en la Ley General de Tierra, Techo y Trabajo”.